Precioso arte con un estilo expresivo y personal y una historia que engancha y muy bien escrita. Te quedas con ganas de más, pero es impresionante que esté hecho en cuatro horas.

Este juego se ha realizado sobre un motor de novela visual, y de hecho al final se conforma como un “elige tu propia aventura” con unas ilustraciones muy llamativas. Quizás el mayor problema que le encuentro es que las ilustraciones pierden bastante a medida que se avanza en el relato, algo que me “sacó” de la historia. Quitando este problema, creo que el relato es muy redondo y te lleva a un final muy satisfactorio.

Una aventura que llama mucho la atención. Los diferentes elementos que te puedes ir encontrando por tu aventura generan una tremenda satisfacción.

Es de tipo "elige tu propia aventura", donde eres el piloto de una nave que se estrella y tiene cinco días de oxígeno para pasar en un planeta extraño.

La presentación es buena, con unos curiosos gráficos en blanco y negro. La narrativa también está bien, contando día a día como avanzan los sucesos en torno al superviviente y adentrándote poco a poco en los misterios del planeta.

Bajo mi punto de vista, le falta un poco más de interactividad. La primera partida da la sensación de que las distintas acciones te van a dar muchas posibles ramas, pero después de varias partidas ves que los días son autoconclusivos y que al margen de detalles, no cambias la historia drásticamente por tomar una decisión u otra.

Creo que con la premisa que tien habría sido muy interesante dar más juego en ese sentido.

El aspecto visual es lo primero que me ha llamado la atención, unas ilustraciones sencillas y con mucha personalidad. Son en blanco sobre negro, como si fueran dibujos en una pizarra. La historia funciona mediante menús, y va progresando a lo largo de varios días, con algunas sorpresas. La filosofía del juego es una especie de "optimismo radical" que resulta original y deja una sensación muy agradable al terminarlo. ¡Enhorabuena!