Cuando hablamos de terror solemos pensar en lo sobrenatural, craso error, porque ¿qué hay más terrorífico que el trabajo o la economía?
La narrativa es excelente y la metáfora central funciona muy bien como sublimación de fenómenos que ya de partida son sublimaciones del trabajo hecho por humanos con todas sus necesidades y limitaciones particulares: la productividad como concepto que se abstrae de todos los condicionantes y contextos necesarios para llevar a cabo una tarea para centrarse en el rendimiento económico neto, la automatización de los procesos detrás de los despidos masivos, la simulación del trabajo como clave para aumentar los márgenes de beneficios, etc...
Impresionante que lo hayas escrito en 4 horas!




