La historia se siente que iba con una idea bonita, se siente internamente o que el niño o el padre se está despidiendo uno del otro, como si realmente esté dejando ir.
En cuanto al gameplay, he de decir que los rompecabezas se veían bastante interesantes, pero, que quizás hay partes en las que por un fallo ligero (botar uno de los tablones para cruzar el puente por el lado equivocado), puede que lo obliguen a uno a reiniciar el juego (o también el npc del papá empujándolos al lado contrario).
En nuestro caso, lo dejamos en la parte del parkour, ya que directamente el último salto no nos daba. En general, una bonita experiencia, que quizás solo requiere un poco de pulimiento, pero no mucho.