He probado este sistema tanto en solitario como en sesiones con otros jugadores y es impresionantemente sencillo y flexible. La mecánica de características me parece un uso más que acertado de las etiquetas sin que estas tomen un protagonismo innecesario.
En el caso de Lenguaje Hábitat, dichas características toman el nombre de virtudes y complicaciones, y son fundamentales para la construcción de una narrativa conjunta que funciona mucho mejor cuando los jugadores colaboran con el guía y utilizan a fondo estos permisos narrativos.
Es allí donde el sistema brilla: de la mano de la infinidad de formas en las que las virtudes y complicaciones de cada personaje interactúan entre sí, generando una maraña de situaciones y ramificaciones que llevan la historia a lugares inesperados.
Dado su enfoque narrativo, el juego requiere que todos los jugadores se involucren activamente en la sesión y la capacidad de improvisar nunca sobrará en una mesa de Lenguaje Hábitat. Aún así, con la colaboración de otros jugadores y el guía, incluso el más introvertido de la sesión encontrará su lugar.
Por último, el sistema es tremendamente amigable para personas con poca o nula experiencia en juegos de rol mientras que ofrece oportunidades amplias para jugadores más experimentados que estén dispuestos a intercambiar la "robustez" de juegos mecánicamente más densos por la flexibilidad de un sistema más ligero y narrativo.
