Una obra maestra de la sátira aplicada a los videojuegos.
La mecánica es sencilla pero efectiva. Combinar los diferentes utensilios en el orden correcto y a tiempo.
Cada nuevo nivel no sólo añade nuevos retos sino que nos regala una nueva historia divertidísima sobre las situaciones más absurdas pero a menudo demasiado fieles a la realidad, por desgracia.