Podría editar la crítica que hice en su día, pero creo que es preferible dejarla y añadir una nueva que refleja mejor mi actual parecer, después de haber rejugado este estupendo juego varias veces:
La viñeta temporal que se nos muestra tiene una gran atmósfera y ambiente con detalles realistas que capturan agudamente el ethos y la tensión política que se vivía en aquellos años. La actitud de nuestro avatar tiene un contexto ocultista que se nos escapa y el juego deja en nuestras manos acabar de definir su sentido.
Uno de los grandes aciertos de esta obra es el llamativo paralelismo entre el feed intoxicante de las redes sociales o el bombardeo increíblemente violento y unidireccional de los medios por un lado, y por otro nuestra supuesto papel de peón de un poder superior que, sin embargo, no deja de contrastar con la libertad que poseemos y con la ambigüedad de la situación.
De entre las aventuras de parser cortas, esta es mi favorita por el modo en que se concentra tal densidad de sentido en una escena de unos pocos turnos.
La cantidad de detalles y la calidad de la escritura está a otro nivel.