¡Brutal la idea de usar la paella como arma “gastronómica”! Me he partido con los diálogos y la banda sonora encaja a la perfección. La física de los golpes es muy divertida—cada “paellazo” tiene su peso. Quizá añadir algún power-up tipo chorizo picante para versiones avanzadas lo remataría, pero vamos, ¡menudo arte!