Creo que es el enlace que más he ido difundiendo últimamente con diferencia.
Tengo la sensación de que es un problema del que es demasiado facil distanciarse y olvidarse. Ponerles historias concretas, aunque sean nombre y apellido y una frase, cambia las cosas.
Y aún así en aceptar las normas del juego y personificar a la empresa te da tiempo a ver cómo se llega al "es lo que hay", cuando la responsabilidad individual se diluye en una cadena en la que nadie ve su parte como responsable...