Ha sido una experiencia tan agradable que me he quedado con ganas de más. A lo largo de mi larga experiencia como jugadora la capacidad de disfrutar se ha desvanecido hasta tal punto que el hecho de jugar no me supone ningún placer. La industria del videojuego me ha corrompido, y es que hecho de menos los tiempos donde no te preocupabas por recoger todos los coleccionables, o recorrerte todos los pasillos por si hubiera algún secreto escondido. Esa especie de "ansiedad" por conseguir el 100% convierte al juego en un deber. He ahí la raiz del problema. Sin embargo, tuve suerte de encontrar tu juego. Me trajo paz interior y volví a sentir.