Muy buen esfuerzo. Al principio me sentía como si estuviese jugando un RPG del Dream Team de Square del los 90, como Xenogears o Chrono Cross. Incluso la música me recordó a Yasunori Mitsuda. Pero sobre todo el diseño del juego es muy inteligente, como el de los RPGs clásicos. Es fantástico como te obliga a platicar con todos los personajes y probar todas las opciones para poder avanzar. Pero en cuanto entré en laberinto, sentí más como si jugase Monkey Island, lo cual para mí es bueno también. Los lugares que se exploran están vivos, después de un par de vueltas no hace falta mirar el mapa. Las misiones están perfectamente organizadas. Me gustaría que los nuevos Final Fantasy del mundo fueran más como este juego.