★★★★★ (Huevudamente épico)
Horas jugadas: 9 (más que suficientes para cuestionarme mi existencia)
"Eggscape no es un juego. Es una lucha por la supervivencia. Una carta de amor al pollo frito… y un grito de auxilio en forma de gallina en tercera persona."
Nunca pensé que terminaría gritando de terror mientras controlaba una gallina con ansiedad existencial, pero aquí estamos. Eggscape es lo que pasa cuando combinas un survival horror con Chicken Run, Dark Souls y trauma post-pollo.
🐔 Protagonista:
Eres una gallina. Una. Sola. Vulnerable. Asustada. Pero determinada. Sabes que si no escapas, te fríen. Y no de forma divertida. No. De forma crujiente.
👻 Enemigos:
Gallinas fantasmales. Sí, leíste bien. Gallinas del más allá, almas en pena que no lograron escapar del restaurante y ahora buscan arrastrarte con ellas. Más miedo que los fantasmas de Phasmophobia, y más odio en sus ojos que en un Black Friday.
📦 Objetivo:
Encuentra 5 cajas. ¿Qué hay en ellas? No lo sé. No lo necesito saber. Lo único importante es que las necesito para salir viva. Cada caja es esperanza. Cada esquina es miedo. Cada paso... un riesgo.
🎮 Jugabilidad:
Vista en tercera persona desde el hombro. Sí, como si fueras Leon Kennedy… pero con plumas. El sigilo importa, las rutas importan, y las decisiones rápidas te salvan el pellejo. Literalmente.
🎨 Ambiente:
Un restaurante lúgubre. La iluminación hace que cualquier McDonald's parezca Silent Hill. Cada pasillo huele a peligro (y tal vez a aceite recalentado). Hay tensión, atmósfera y ese terror puro de saber que tú eres el platillo del día.
🥚 Título:
Eggscape. Un juego de palabras tan brillante que ya vale 3 premios solo por eso.
Veredicto final:
No creí que me iba a encariñar tanto con una gallina sin nombre. No creí que iba a correr por mi vida por culpa de fantasmas de pollo. Y definitivamente no creí que un juego me haría prometer nunca volver a pedir nuggets.
10/10 – Mi gallina sobrevivió. Yo no. Recomiendo con todo mi ser.