Instalé esta obra por una razon la cual no estoy orgulloso,
pensando que era otro juego más del montón y sin grandes expectativas, solo con la intención de probar algo distinto.
Pero lo que encontré fue mucho más que un juego:
fue una experiencia que me absorbió sin aviso.
Los personajes dejaron de ser figuras en pantalla
y comenzaron a sentirse vivos,
por la forma en que sus decisiones se ramificaban,
por cómo la historia me hacía dudar de cada paso.
No había voces, y aun así hablaban.
Sus silencios, sus gestos, sus palabras escritas
tenían el peso de algo auténtico.
Pasé por emociones intensas:
miedo, alegría, duda, compasión.
Cada elección me detenía un momento más de lo necesario,
pensando en las consecuencias, en lo que podía haber sido.
Y sin darme cuenta, olvidé por qué había comenzado.
El objetivo inicial se desdibujó,
reemplazado por una conexión que no supe definir.
No cumplí esa meta primera,
pero me fui satisfecho,
como quien cierra un libro sin ver el final,
pero sabiendo que valió cada página.
Y si pudiera calificar lo vivido,
le daría la nota más alta posible,
aunque sé que esta versión 3.0
ya supera muchas cosas que sí han tenido voz, fama y presupuesto.
Espero con ansias la cuarta,
porque esta historia aún no ha terminado.
simplemente cine