La vida de un crítico es sencilla en muchos aspectos, arriesgamos poco y tenemos poder sobre aquellos que ofrecen su trabajo y su servicio a nuestro juicio. Prosperamos con las críticas negativas, divertidas de escribir y de leer, pero la triste verdad que debemos afrontar es que, en el gran orden de las cosas, cualquier basura tiene más significado que lo que deja ver nuestra crítica. Pero, en ocasiones, el crítico sí se arriesga cada vez que descubre y defiende algo nuevo. El mundo... suele ser cruel con el nuevo talento. Las nuevas creaciones, lo nuevo... necesita amigos. Anoche... experimenté algo nuevo; una extraordinaria experiencia lúdica de una fuente singular e inesperada. Decir solo que el juego y sus creadores han desafiado mis prejuicios sobre el buen gaming, subestimaría la realidad; me han tocado en lo más profundo. En el pasado, jamás oculté mi desdén por el famoso lema de Potion Loop: Cualquiera puede programar. Pero, al fin, me doy cuenta de lo que quisieron decir en realidad: No cualquiera puede convertirse en un gran desarrollador, pero un gran desarrollador puede provenir de cualquier lado. Es difícil imaginar un origen más humilde que el de los genios que ahora programan en la clase de Games 2 y quienes, en opinión de este crítico, son nada menos que los mejores devs de México. ¡Pronto volveré a Potion Loop... aburrido!