Tres juegos ya y no he logrado encontrar todavía menciones a Roldier, no controlará tanto este Tuiterland de Tuiter si no menciona la saga de respuesta a vídeos, sus bloqueos por existir, el episodio del paladín de la luz o su pared echada abajo a patadas.
Espinillas aparte, Tuiterland 3 sienta una base que creo que se irá incrementando en posteriores entregas y es el de ir adquiriendo una identidad propia con personajes originales y no depender tanto de entidades conocidas de internet para su argumento principal. Los elementos siguen ahí y respeta completamente lo acontecido en anteriores entregas pero se nota que se está convirtiendo en un proyecto más ambicioso sin perder su absurdo.
Ahora no sé si continuar con su DLC, el Origins previo al 1 o saltar directamente al 4, pero como aún me queda bastante contenido post-game, tengo tiempo de sobra para pensar en cuál será el próximo.
La secuela del famoso tuiterland, ahora ya con mecánicas de combate y jefes secretos junto a un modo arena para cuando quieras aún más sorpresas de que tanta rareza puede existir en un adversario.
Uno diría que en comparación con la primera parte al haber combates el humor es más torpe porque ya no cuenta con ese efecto ametralladora que tenía el anterior al ser 98% narrativa y que los combates alargan o entorpecen, pero cuando te estás partiendo de risa la verdad es que se agradece tomar aire de vez en cuando y recuperarse, además tampoco es que llegues a quedarte atascado en ningún momento, es muy permisivo.
P.D: Tanta eminencia de Twitter y no llegué a encontrar ninguna mención de Roldier (salvo que sea un jefe secreto que pasé por alto en la aventura o en la arena) pero me está comenzado a generar una necesidad de ver a semejante leyenda. Ya como se te pueda unir al equipo en posteriores entregas me da un jamacuco.
Que mejor momento para empezar esta saga de juegos que en plena huida por mi parte a otra red social. Es como una cápsula del tiempo muy nostálgica sobre algo que por desgracia ya no existe.
Muy coñera, imprescindible si has tirado buena parte de tu vida en el mundillo de los memes de Twitter.
Este Mini-Mario recrea el primer Mario Bros de forma como se vería el Mario Land de Game Boy a color. Pero si no llegase como un muy buen Remake incluye otros 8 mundos muy locos con diferentes mecánicas a explotar.
A mayores también tiene nuevos jefes para no ponerte al mismo Bowser de siempre con 4 bloques o 2 martillos nuevos, la mayoría traídos del Mario Land pero sigue guardando sorpresitas como un powerup nuevo conocido por todos pero nunca visto en estos píxeles.Resumiendo, que si os apetece rejugar al Mario de toda la vida probad está versión mini.
La premisa es llamativa cuanto menos, un jueguito que en menos de una hora te sumerge al completo en el esqueleto de una convención de anime con sus partes buenas, las malas y las muy malas. Ah, y descubrí que leches es un Yuri Paddle y para que se suele usar. Gracias internet, supongo.
Por muchas costuras que puedan verse tanto al jugarlo como en su traducción, es increíble lo bien adaptado que están las locas mecánicas del Danganronpa valiéndose solamente del motor de RPGMaker.
La premisa es tontisima de todo pero logra ser un juegazo que explota a la perfección sus mecánicas, los jefes son una maravilla y el como te reta a superarte con su modo extra con un jefe secreto que fue la principal causa de que me metiese de cabeza así como un modo ¿infinito? donde llegar lo más lejos posible e intentar superar tu propio récord.
Encima los desbloqueables son personajes clásicos y otros más de nicho pero no te deja indiferente a la hora de elegirlos.
Usando adorables miñoquis deberás hacer diferentes esculturas comiendo estratégicamente los bloques adecuados, los primeros niveles son fáciles para que te quedes rápido con las mecánicas pero los últimos requieren pensar muy fuerte fuera de la caja para resolverlos.
Un duro ejemplo lúdico de como están viviendo un desahucio una comunidad de personas que si bien las retratadas en el juego no son ellas si tienen la misma situación.
En esta personalizas al encargado de vaciar al edificio que únicamente se dedica a engordar su cartera mientras gasta migajas en juicios para echar a los más problemáticos (entendiendo como problema no querer vivir debajo de un puente) y a tapiar los hogares para expulsar así a los malvados okupas que por lo que sea, nunca terminan apareciendo.
Un juego donde es muy fácil ganar porque siempre es más fácil ganar cuando tu posición es absurdamente privilegiada.
Ejemplo número 1.382 de como el cariño de una desarrolladora con un talento increíble puede dejar en ridículo a una empresa multimillonaria. El mimo puesto a Bloodborne Nightmare Kart se puede apreciar en cada esquina pese a la absurda propuesta que compone el juego. Un absurdo que abraza desde el principio y que no oculta hasta potenciarlo a un jefe final al que imploraba que después de tanta persecución épica tuviese ese puntito de distinción estúpido que tanto engrandece a este juego.
Pero no solo vive de la atención al detalle puesto a la franquicia que homenajea, a lo pulido que está o su loca propuesta, está aderezado con una nostalgia poligonal de inicios de la era en tres dimensiones que realmente se siente como un juego que podía haber salido en Playstation 1.
Algunos dicen que requiere un modo online y puedo entenderlo pero nada que no arregle una quedada remota con su Parsec o Remote de Steam en caso de no poderse juntar para disfrutar de la locura al volante de su multijugador.
El verdadero Bloodborne para PC, aunque sacasen luego un remake oficial del aclamado título de PS4.
¿Siempre has deseado sacrificar algo para obtener poderes? ¿Embadurnarte a placer de diferentes criaturas y ser tu propia quimera? ¿Fundar tu propia secta y derrocar el capitalismo? ¿Tener dos serpientes por genitales? Esta aventura narrativa puede ser lo que siempre has estado buscando. Lo bonito del juego es que pese a ser solo texto, tiene ilustraciones de sobra para que puedas ver en que horrenda criatura te has convertido.
Un sistema de combate donde debes jugar cual 21 de casino para poder ejecutar tus ataques exitosamente.
Somos sentimientos y entregamos seres humanos. O algo así. No sé, el capitalismo me ha dejado roto y de mente lo mismo.
Si Mario y la caja de música ya me parecía chocante, no estaba preparado para descubrir a Nobita Vs Umbrella Corporation, y encima hay una secuela (remasterizada!!), y un fenómeno fan increíble!!!
Estas son las cosas por las que merece la pena escarbar por indies, cuanto más desconocidos mejor.
Avanza gestionando tus recursos mientras vas ganando otros tomando formas de monedas. Todo son monedas, el oro, tus habilidades y por supuesto, tus vidas. Toma las decisiones con calma y logra un cierre por muy alocado que este sea.
Acabar con tu familia nunca fue tan divertido en este corto infierno de balas, aunque sus controles son algo toscos (quizá más libertad al moverse o poder mantener el botón de disparo, aunque no descarto que sea por acostumbrarme en como te mueves en Isaac) su buen humor y que los retos sean asequibles lo hace un juego interesante.
Un juego corto donde nuestro protagonista enfrenta a esa parte de nosotros que parece vivir empeñada en hundirnos en el fango.
Nonogramas con una interfaz muy colorida y sencilla que encima puedes ir personalizando a tu gusto según los vas resolviendo.
He tenido partidas de Commander MTG donde realmente me habría gustado dispararle a alguien en la cara. Este juego ha cumplido esa necesidad. Aunque su modo un jugador fue el que lo hizo popular y son 15 minutos muy interesantes (que se extienden si pruebas el doble o nada) veo su mayor potencial en el multijugador, no necesita ya mucho más, tiene los objetos necesarios y la libertad en creación de partidas para que todo el mundo pueda sentirse a gusto hasta que le explote en la cara (nunca mejor dicho).
Un plataformas donde las propias letras son parte del puzzle, cortito aunque puede llegar algún punto a ser lioso.
Un juegazo que reinventa el muy visto argumento de las chicas mágicas y que me ha dado mucha rabia descubrir que está incompleto.
Quién necesita temer al infierno teniendo la posibilidad de obtener un trabajo burocrático tras tu muerte.
Para que hacer el típico test cutre de internet sobre qué sabor de helado serías cuando tienes esta experiencia jugable donde averiguar que tipo de humor es el que te hace gracia.
Una historia protagonizada por una tanactopractora donde deberás preparar los cuerpos para sus respectivos funerales. Una historia tratada con la delicadeza que un tema que buscamos ignorar casi en todo momento requiere. Todo va bien en la pequeña empresa con un buen rollo en el puesto de trabajo hasta que llega EL CAPITALISMO y cambia las cosas al pasar a ser una franquicia con acuerdo cuánto menos cuestionables. Lo puedes pasar en una tarde y si no tienes aprensión al tema que trata, es muy recomendable.
Por el aniversario de Celeste parece mantenerse la tradición de publicar algún juego cortito que reinventa las mecánicas del título o lo reinventa de alguna forma. En esta ocasión tenemos la respuesta a la pregunta: ¿Y si Celeste fuese un plataformas en tres dimensiones en la época poligonal?
Y este juego como respuesta cumple sin perder la esencia del titulo original.
Una colección que consigue devolver un clásico que creía perdido por culpa de Youtube. Grandes Eusebio y Aagh hijo de Akax!!!
Una historia corta y cuqui sobre dos chiquillas que se quieren mucho intentan resolver un problema sobrenatural en el bosque. Ideal para una tarde relajada tomando un café o un té.
Un RPGMaker donde te quedas encerrada en la casa de un acosador.
Lo que sería Blue Oni si el bicho cabezón fuese en realidad el señoro turbio que te toca aguantar en la parada de autobús.
Un juego donde deberás intentar convencer a tu pareja de que deje de enterrarte vivo mientras evitas que te coman las ratas a la vez que juegas a las cartas con tu compañera de tumba.
La multitarea hecha videojuego vamos.
Una critica social sobre como los de asuntos internos nos preparan diferentes trampas urbanísticas mientras nuestra efímera existencia se va diluyendo en este fallido sistema económico que llamamos capital.
